El ABHYANGA no sólo actúa a nivel físico ayudando a los sistemas inmunológicos, respiratorio, nervioso, endócrino, circulatorio, muscular, esquelético, digestivo y linfático. Sino que MENTALMENTE , ayuda a la persona a incrementar la autoconfianza, la paciencia, el dominio de sí mismo, su inteligencia, sensatez y vigor.
¿Qué son los Doshas y el Prakriti?
La Medicina Ayurvédica considera que la vida existe gracias al movimiento continuo de las fuerzas que la promueven. Al igual que la ciencia moderna demostró que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, la ciencia ayurvédica demostró hace más de 5.000 años que la energía se promueve y se transforma a través de tres energías vitales o fuerzas vitales existentes en el universo: la fuerza del aire, la fuerza del fuego y la fuerza del agua. Sin estas fuerzas energéticas no sería posible el milagro de la vida porque no se producirían los procesos necesarios de movimiento (aire), transformación (fuego) y acumulación (agua) para hacer posible una vida tan compleja como la que vivimos todos los seres vivos de este mundo. Tales fuerzas vitales están formadas por la combinación de los cinco elementos o mahabhootas: aire, espacio, fuego, agua y tierra, que forman el universo.
Estas tres fuerzas vitales en su forma biológica se llaman doshas, conocidas también en la medicina alopática como humores biológicos. Los tres doshas, o fuerzas vitales, o principios metabólicos, o principios operativos, son verdaderos puntos de interconexión entre la mente y el cuerpo.
Dependiendo de que dosha (o de que humor biológico) predomine en cada persona hará que ésta tenga características físicas, mentales y emocionales distintas a los demás, haciéndola un ser único y especial. A esta conjunción de características especiales que otorga cada dosha el Ayurveda la define como constitución psico-física o Prakriti.
A los tres doshas la medicina Ayurveda los denomina: Vata, Pitta y Kapha. Generalmente uno o dos de ellos son los preponderantes, dando así vida a los tipos Vata-Pitta, Pitta-Vata, Kapha-Pitta, etc.; de cualquier forma, todos tenemos algo de los tres, encargados de regular miles de funciones y actividades. Todas ellas, sean del cuerpo o de la mente, sean normales o anormales, dependen del estado normal o desequilibrado de estos tres doshas. Dado que en el cuerpo cada dosha tiene unas funciones vitales específicas que cumplir, todos los seres vivos están formados según los tres doshas, pero la combinación tridoshica no es igual para todos, sino especial para cada uno de nosotros.
De la misma manera que las fuerzas vitales de la naturaleza aumentan o disminuyen en el universo, también lo hacen los doshas en nuestro cuerpo ya que están regidos por las mismas fuerzas equilibradoras de las estaciones del año, y también por los hábitos alimenticios, el exceso o falta de ejercicio físico y mental, es decir, cualquier factor psico-somático afectará a la naturaleza de los Doshas. Su desequilibrio creará enfermedades y su equilibrio aportará salud y bienestar.
Pero todo no termina aquí, porque los doshas poseen, a su vez, cinco subdoshas, los que permiten alcanzar esa precisión increíble que poseen los médicos ayurvédicos en materia de diagnóstico y tratamiento. A los fines de ilustrar al lector, los de Vatta se llaman: Prana, Udana, Samana, Apana y Vyana; los de Pitta: Pachaka, Ramjaka, Sadhaka, Alochaka y Bhrajaka, mientras que los de Kapha: Kledaka, Avalambaka, Bhodaka, Tarpaka y Shleshaka. Y aunque parezca simple explicado de esta manera, en realidad no lo es. Cada dosha, además, tiene sus propias características, denominadas gunas, existiendo unas veinticinco de ellas.
Del equilibrio y armonía existente en los doshas, subdoshas y gunas depende el poder disfrutar de una buena, excelente salud y calidad de vida por extensión.
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